El tema del proyecto es originado por la constitución de la “Plataforma Centro Joven Fragatino” que reclama la necesidad real de dicho equipamiento para la ciudad, tratándose así de un proyecto basado en objetivos, sin una ubicación predeterminada ni un programa cerrado. Tras el estudio inicial de las diferentes posibilidades, el ámbito del proyecto acaba centrándose en el Casco Antiguo de Fraga, vislumbrando una oportunidad única para revalorizar un lugar víctima del abandono y con una evidente carencia de equipamientos. Poco a poco, el Espacio Joven como tal se fue diluyendo, perdiendo peso en favor de un micro-urbanismo que fomente la regeneración y el intercambio social.
Considerando el contexto y la estructura general formada por barrios ya consolidados, se evita acotar un perímetro delimitado para la intervención, definiendo por el contrario una serie de puntos críticos clave interconectados entre sí. Se analizan para ello los polos atrayentes y repelentes detectados, actuando sobre los lugares problemáticos y poniendo en valor el tejido existente. Se realiza un esfuerzo por mantener la estructura del Casco Histórico intacta. Sin borrar las capas existentes se superponen tres nuevas: recorridos, espacios públicos singulares y equipamientos. De esta forma, con la acción combinada de operaciones de remodelación del espacio público y la creación de edificios públicos, además de mejorar el espacio colectivo y la calidad de vida, se produce un efecto didáctico que estimule la intervención del sector privado, despertando el interés por la rehabilitación de las edificaciones.
Se utilizarán estrategias que permitan combinar la tipificación de elementos que da unidad al recorrido, con la adopción de soluciones específicas para la jerarquización de tramas menores y espacios singulares, así como las características históricas de los diferentes tejidos, evolucionados de culturas tan diferentes como la romana, cristiana o árabe (ej. pavimento adoquinado / de guijarros). Para el mobiliario urbano se opta por definir una serie de estándares que permitan a los propios vecinos a auto-gestionar su entorno manteniendo su identidad rural. En cuanto a los equipamientos, estos serán entendidos como catalizadores de su entorno histórico, nunca como elementos autónomos. Se formaliza la intervención mediante el injerto de cuatro edificios independientes en solares vacíos estratégicos, buscando una estructura global en el casco histórico. La ciudad como recorrido público. Espacio joven atomizado.
+ Presentación pública del proyecto en Fraga
+ Entrevista a Sheila Castañ Sabaté en "La Voz del Bajo Cinca"