En medio de la nada descansa esta masía antiguamente dedicada a la actividad agrícola y al alojamiento de ganado. En unos parajes inhóspitos pero de un encanto único se plantea la posibilidad de transformarla en galería expositiva y sala de eventos.
Se conservan y rehabilitan todos los muros de piedra originales y la cubierta de teja sobre cañizo y vigas de madera del elemento principal. Se propone la sustitución de la cubierta del porche, por una de hormigón armado, a mayor altura, para que no limite su uso, y se prolonga hacia el exterior facilitando una zona de aparcamiento protegida del sol. Al fondo del patio se plantea una pérgola que proporcione un umbráculo para los eventos al aire libre.
El tratamiento del pavimento se concibe a partir de un módulo de piedra negra de 1m x 1m, que se va extendiendo por la finca, solucionando los interiores y prolongándose hacia los espacios abiertos, desvaneciéndose a medida que te alejas. Unos pliegues en altura del mismo permiten la aparición de bancos en las zonas de descanso.